sábado, 22 de mayo de 2010

Pintura pintura


El título viene a cuento de las viejas disputas decimonónicas, por desgracia todavía vigentes, sobre si la pintura, y el arte en general, debía representar algo o no. Yo creo, aunque mi opinión sea irrelevante, que la pintura no tiene por qué que representar nada, nada conocido me refiero, tiene sentido por sí misma.
En este cuadro mi profesor de la Facultad, Pepe Galindo, veía no sólo una composición totalmente clásica, sino incluso un bodegón, al tiempo que me adjudicaba un grado de representación icónica nulo- ésto me lo decía como un halago, dada su imposibilidad de penetrar como pintor, que no como profesor, en lo abstracto-.
Le estoy muy agradecido a Pepe, personaje que sabe más, mucho más, de lo que se cree.
El cuadro tiene 80x80 cms.

No hay comentarios:

Publicar un comentario